Préstamos personales o ahorrar: ¿Qué es mejor según tu situación financiera?

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¿Debo solicitar préstamos personales o es mejor ahorrar para comprar lo que quiero?. Creo que esa es una pregunta que algunas personas nos hacemos en algún momento de nuestra vida. Y lastimosamente hay una gran mayoría que no se hacen esa pregunta y los pueden llevar a deudas incontrolables. Yo creo que la deuda no siempre es mala, creo que es muy buena siempre y cuando se haga en orden.

La respuesta a la pregunta no es universal, no le sirve lo mismo a todas las personas ya que depende de tu situación económica, tus objetivos, el tipo de gasto que planeás hacer y tu capacidad de pago.

En este blog te ayudamos a evaluar cuándo conviene pedir un préstamo personal y cuándo es más inteligente ahorrar y esperar, para que tomés la mejor decisión según tu realidad financiera.

¿Qué implica pedir préstamos personales?

Los préstamos personales son un crédito que te otorga una entidad financiera para cubrir cualquier tipo de gasto: desde una emergencia médica hasta la compra de electrodomésticos, pago de estudios o consolidación de deudas.

El dinero se devuelve en cuotas mensuales con intereses, durante un plazo determinado.

Ventajas de los prestamos personales:

  • Acceso inmediato al dinero
  • No necesitás esperar meses o años para realizar tu compra
  • Podés aprovechar ofertas o necesidades urgentes

Desventajas de los prestamos personales:

  • Pagás intereses y cargos adicionales
  • Te comprometés a una deuda mensual fija
  • Puede afectar tu liquidez o capacidad de endeudamiento futuro

¿Qué implica ahorrar para comprar?

Ahorrar significa separar una parte de tus ingresos cada mes hasta alcanzar el monto necesario para realizar una compra o inversión, sin necesidad de endeudarte.

Ventajas:

  • No pagás intereses
  • Tenés mayor control de tus finanzas
  • Comprás desde la tranquilidad, sin presión financiera

Desventajas:

  • Requiere tiempo y disciplina
  • Podés perder una oferta o inversión si no tenés el dinero en el momento
  • Riesgo de usar los ahorros para otra cosa si no tenés un fondo aparte

¿Cuándo conviene pedir un préstamo personal?

Pedir un préstamo puede ser una buena opción si:

  • Tenés una necesidad urgente (salud, reparación importante, emergencia)
  • El producto o servicio que querés adquirir tiene un descuento por tiempo limitado
  • Tenés ingresos estables y capacidad de pago mensual
  • El préstamo te permite acceder a una oportunidad de mejora personal o profesional (como estudios, certificaciones, una herramienta de trabajo)
  • El costo del préstamo (intereses y comisiones) es menor que el beneficio que vas a obtener

Ejemplo: Si necesitás una computadora para trabajar como freelance y eso te va a generar ingresos, el préstamo puede ser una inversión inteligente.

¿Cuándo es mejor ahorrar?

Ahorrar es la mejor opción si:

  • No necesitás el bien de inmediato y podés esperar
  • El bien o servicio que querés no aumentará significativamente de precio en el corto plazo
  • Tenés ingresos limitados y no querés comprometerte con una deuda fija
  • Ya tenés deudas y no querés aumentar tu nivel de endeudamiento
  • Preferís la tranquilidad de comprar sin presión

Ejemplo: Si querés comprar un televisor nuevo y el actual aún funciona, podés establecer una meta de ahorro mensual y comprarlo más adelante, sin pagar intereses.

Te dejo un Blog de ¿Como ahorrar?

Factores clave que debés tomar en cuenta

  1. Ingresos y estabilidad laboral
    Si tenés ingresos fijos, estabilidad en tu empleo y margen en tu presupuesto mensual, un préstamo podría ser viable. Si tus ingresos son variables o inestables, es más seguro optar por el ahorro.
  2. Capacidad de pago
    Calculá cuánto podrías pagar al mes sin afectar tus necesidades básicas. Lo ideal es que la cuota del préstamo no supere el 25% de tus ingresos netos.
  3. Costo total del crédito
    Antes de pedir un préstamo, analizá cuánto vas a terminar pagando en total. A veces, los intereses pueden duplicar el valor real del producto.
  4. Urgencia de la compra
    Si se trata de una necesidad que no puede esperar (por salud, trabajo o seguridad), el préstamo puede estar justificado. Pero si es un deseo, es preferible planificarlo y ahorrar.

Ahorrar o pedir un préstamo personal no es una decisión que se tome a la ligera. Todo depende de tu situación económica, tus prioridades y tu capacidad de pago. Lo importante es que tomés decisiones financieras conscientes y sostenibles.

Si tenés estabilidad financiera, un préstamo puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida o aprovechar una oportunidad. Pero si tu presupuesto es ajustado o el gasto no es urgente, el ahorro siempre será la opción más saludable para tus finanzas a largo plazo.

Antes de decidir, hacé un análisis realista de tu economía y proyectá cómo te afectaría asumir una deuda o retrasar la compra. Cada decisión tiene su momento ideal.

 

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